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Día Mundial de los Humedales: «Los humedales alimentan a la humanidad».

Los humedales son ecosistemas vulnerables cuyo deterioro es creciente. Con motivo del Día Mundial de los Humedales, celebrado este domingo, DW habló con Francisco Rilla, director científico de la Convención Ramsar, un acuerdo que los protege.

Ríos, lagos, pantanos, estuarios, llanuras, manglares, arrecifes de coral, entre otros, son recordados este fin de semana. Desde 1977, el 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales y se conmemora el convenio para su conservación, la máxima regulación internacional para su protección, que se firmó seis años antes en Ramsar (Irán). «La Convención de Ramsar cumple el 50 aniversario en 2021», recuerda a DW Francisco Rilla, director científico de la misma.

A pesar de la complejidad de su definición, según la Convención, los humedales son las «superficies cubiertas de agua, natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces o saladas”  divididos en tres categorías: marinos y costeros, continentales y artificiales. De ese convenio internacional de 1971 surgió la denominación de «sitios Ramsar».

Francisco Rilla

Francisco Rilla, director científico de la Convención de Ramsar.

Gran biodiversidad

«Estos ecosistemas tienen en común algo: agua permanente o temporal. Esa variación es lo que diferencia entre fauna y flora», explica Rilla.  Invertebrados, insectos, mamíferos, moluscos de agua dulce, aves migratorias y cangrejos, son algunas de las especies que caracterizan estos hábitats, que cuentan con una gran biodiversidad.

Aunque los humedales continentales y costeros cubren más de 12,1 millones de kilómetros cuadrados a nivel mundial, actualmente solo existen más de 2.200 sitios Ramsar, que constituyen más de 2,1 millones de kilómetros cuadrados.  «En América Latina hay 206 sitios Ramsar y en América del Norte 219», puntualiza. Así que, mientras en todo el continente americano se contabilizan 425 sitios, «en Europa hay 1.115, en África 413 y en Asia 340», añade.

Creciente reducción de humedales

América Latina y el Caribe es la región que ha experimentado la mayor reducción de sus humedales naturales a nivel mundial entre 1970 y  2015, con un declive de 59 por ciento de su superficie. «Los tamaños de los humedales en América Latina son enormes» y, debido a este factor, «el deterioro es mucho más visible», asegura el experto uruguayo.

La contaminación y la transformación de estos lugares en tierras agrícolas o centros de desarrollo urbano son las principales amenazas de estos ecosistemas, así como los «los monocultivos no controlados y la fragmentación del paisaje». «La fragmentación del humedal es un problema», advierte, ya que, teniendo en cuenta que se trata de «un corredor muy importante de la biodiversidad», cuando se produce este hecho la consecuencia es el «aislamiento de especies y ecosistemas», lamenta.  «El fuego también es otro enemigo, se pierde la fertilidad», agrega.

Infografik Feuchtgebiete weltweit ES

Desconocidos e impopulares, pero con múltiples beneficios

«Si los comparamos con otros ecosistemas, con bosques o arrecifes de coral, los humedales están menos evaluados y estudiados», explica el experto. «Antes los humedales eran considerados como improductivos», recuerda, agregando que en África eran considerados como «reservorio de mosquitos», así como fuente de enfermedades. Igualmente, existen dificultades para recopilar información sobre el estado de los mismos. «Los datos son muy sesgados, los países reportan sobre el humedal dañado», explica. No obstante, «en la década de los años 60 y 70, en los países nórdicos se empieza a entender los servicios y bienes que ofrecen los humedales y ahí se empiezan a cuidar», recuerda.

«Los humedales contribuyen notablemente al bienestar humano y son una fuente importante de servicios ecológicos, incluyéndose alimentos, agua dulce, protección contra inundaciones y erosión costera, almacenamiento de carbono, así como servicios ligados a oportunidades turísticas», subraya. Estos ecosistemas son fuente de riqueza. «Una estimación ‘prudente’ de su valor en el año 2000,  podría rondar los 3.400 millones de dólares anuales» subraya, recordando que «la economía de un país también depende de cómo usa los recursos naturales».  En este sentido, destaca que «los humedales alimentan a la humanidad» ya que  «el arroz es el alimento de 3.000 millones de personas. El 20 por ciento de la alimentación del mundo viene de arrozales».

Claves contra el cambio climático

Además de recordar que son reservorios de agua dulce, «absorben la contaminación actuando como esponja, filtran, frenan desastres ecológicos como inundaciones». Asimismo, algunos de ellos son herramientas claves en la lucha contra el cambio climático.  Es el caso de las turberas que, a pesar que «solo cubren el 3 por ciento de la superficie, fijan tres veces más carbono que los bosques tropicales».

Todos estos motivos hacen que su preservación sea vital. Desde la convención, donde se aboga por «un uso racional de los humedales», se desarrollan planes de manejo y se promueven acciones de conservación entre las que destacan la estrategia de Humedales Alto Andino, que incluye a Colombia, Chile, Argentina y Bolivia, así como una iniciativa para el Caribe insular. «América Latina está en camino de ser campeona», considera. «Esta, la de 2020-2030, es la década de la restauración de ecosistemas y los humedales también están dentro», destaca, confiando que en los próximos años habrá más financiación para la protección de los mismos.

Fuente: www.elmostrador.cl

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