Esta noche tendremos que retrasar nuestros relojes y dispositivos electrónicos (que no lo hagan automáticamente) en una hora, dando inicio al horario de invierno. La medida se encuentra decretada por ley, pero ¿es justificable realizar el cambio de hora en medio de la crisis por el COVID-19?.

Según el SEREMI de Energía en Los Ríos Felipe Porflit, quien defendió la iniciativa argumentando una serie razones que tendrían como resultado un impacto positivo en las acciones cotidianas de la ciudadanía dadas las circunstancias sin precedentes en los últimos años.

A juicio de Porflit, el hecho de que el atardecer se registre más temprano, va a contribuir a que las personas permanezcan al interior de sus hogares, tal como ha solicitado la autoridad sanitaria para prevenir la expansión del coronavirus.

No obstante, visto desde otra perspectiva, el hecho de que la puesta de sol se registe antes podría significar un aumento en el consumo de energía eléctrica al interior de los hogares, sin embargo, según el SEREMI Porflit, el horario de invierno “es el mejor régimen en términos de consumo energético”.

El horario de invierno tendría una duración de cinco meses, por lo que se encontraría vigente hasta el sábado cinco de septiembre.

Fuente: www.rioenlinea.cl